La problemática ambiental pasó de ser un tema marginal y de discutible utilidad a una preocupación de toda la humanidad, precisamente porque los impactos resultantes del deterioro y la contaminación se han constituido en amenazas globales que si carecen de control, podrían dar al traste no solo con nuestra actual organización social, lo cual ya sería una tragedia colectiva, sino con 16000 años de evolución de nuestra especie, evento que respondería algo así, como a una hecatombe cósmica imposible siquiera de imaginar.
Así, ante la complejidad y la multiplicidad de las manifestaciones de la crisis ecológica, ha sido necesario apersonarnos del problema y crear talleres altamente creativos y lúdicos para trabajar con los más pequeños concientizándolos de ésta manera, de la necesidad de trabajar por un ambiente sano y sostenible, convencidos de que son los niños un gran potencial para ayudarnos a controlar o al menos mitigar los efectos nocivos causados al planeta.
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